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viernes, 30 de marzo de 2012

El Patrimonio Cultural


Patrimonio, ¿Qué es ?
En la mayoría de los diccionarios de la lengua castellana nos dicen que Patrimonio es la herencia que legan los padres o los abuelos. Es decir, lo que recibimos de nuestros padres o antecesores se llama Patrimonio y esta puede expresarse a través de la herencia de bienes que pueden ser materiales como los muebles, v.g. los aperos, los instrumentos de labranza, los instrumentos de música, las máquinas, las mesas, las sillas, las camas, las ollas, los cuadros, las imágenes de vestir, las vajillas, las colecciones de fotografías, los relojes, los libros, la ropa, ornamentos, monedas, etc... o inmuebles como son por ejemplo un departamento, una chacra, un terreno en una zona urbana, una finca, un establo y un depósito. Así mismo el Patrimonio también se puede expresar inmaterialmente, por ejemplo, los consejos que nos dieron nuestros padres y que ahora se los damos a nuestro hijos, la educación recibida en casa, el idioma aprendido en nuestra infancia, la instrucción que nos fue ofrecida (básica, técnica o científica), la música, algunas creencias - religiosas a veces -, las leyendas y los recuerdos familiares, y las tradiciones que se expresan de diferentes maneras de acuerdo a la familia y sociedad a la que uno pertenezca.
¿Y qué es cultura ?
Sobre el concepto de la palabra cultura mucho se ha escrito, pero antes de proseguir, con su definición, vayamos primero a los diccionarios y veamos que dicen ; Cultura : Desarrollo intelectual o artístico ; sabiduría, civilización. Para muchas personas la idea de cultura es el poseer un conocimiento erudito1 ; una buena instrucción en un colegio patrocinado por religiosos, si es exclusivo mucho mejor ; hacer uso de 'buenos modales' con las personas iguales a ellas y un buen comportamiento en la mesa a la hora de cenar ; aparentar una megalomanía por la música llamada clásica e igualmente con la apreciación de 'obras de arte',2 y demás cosas semejantes que se anteponen ante la opinión de 'los demás que no tienen cultura' o que simplemente es Folklore.
El folklore no es más que una palabra-disfraz (o eufemismo) que usan algunos antropólogos, etnólogos, arqueólogos y otros ólogos para diferenciar la cultura de origen europeo con fuerte influencia norteamericana, conocida también como cultura occidental y cristiana, de las demás3 que no serían más que un listado descriptivo y bucólico de 'cosas extrañas'. Esta pseudo categoría incluye la música indígena, que se escucha en algunas radioemisoras de onda media u onda corta, o en los festivales que se efectúan, junto con los bailes, en los coliseos los domingos a partir del mediodía, o la que extrañamos hasta las lágrimas cuando estamos en el extranjero ; incluye la transmisión de bailes nacionales en horarios inadecuados sobretodo para niños y jóvenes; también son las muestras de bailes, cantos, trajes, comidas y tradiciones que se observan en las fiestas patronales. Así mismo es el uso de las lenguas nativas, el cómo se organiza la comunidad para el trabajo y las relaciones internas entre los individuos que la componen, y como usan los recursos y los transforman de acuerdo a sus necesidades. Como se habrán dado cuenta, lo que unos llaman Folklore no es más que Cultura.
En otras palabras, podríamos llamar Cultura a la manera de como el hombre (físicamente como individuo y como grupo), con sus necesidades, maneja los recursos que existen en el medio ambiente (naturaleza), transformándolos por medio del trabajo (individual y colectivo) en el que se expresa la tecnología a través de instrumentos que son objetos nacidos de la ciencia, que es la suma de conocimientos adquiridos, vía la observación, y aplicados a la realidad, y que se hallan sancionados y aceptados socialmente4 .
¿ Qué es Patrimonio Cultural y cuál es su importancia ?
Como hemos visto en párrafos anteriores la herencia de nuestros antepasados es el patrimonio, el cual se expresa en los objetos muebles e inmuebles, además de los aspectos inmateriales, por ejemplo el canto y la danza, los cuales son herencia colectiva de un pueblo o nación5, con un pasado común de un grupo de gente con intereses comunes y relacionados a una historia6, que afronta un presente y mira el futuro. A esto denominamos Patrimonio Cultural.
La importancia del Patrimonio Cultural radica en la gente, involucrada con un pasado histórico que se relaciona con nuestro presente común, con sus problemas, con sus respuestas. El patrimonio es la fuente del cual la sociedad bebe, para existir y recrear el futuro de la Nación ; Planificar realmente nuestra instrucción, siendo analíticos y críticos más que memorísticos y estáticos, con una planificación coherente con nuestras verdaderas necesidades y de hecho con bastante trabajo, es una de las tareas pilares para la construcción de la Identidad Nacional.
Es también importante por que el Patrimonio Cultural es parte de la Riqueza de la Nación, pero al igual que muchos recursos (v.g. naturales como el agua y la vegetación nativa) el Patrimonio Cultural es un Recurso No Renovable en lo que respecta a su pasado, y es por eso mismo que se manifiesta tangiblemente como recurso intocable e inalienable de una Nación.
¿ Cuáles son los tipos de Patrimonio Cultural ?
Los tipos en que se divide el Patrimonio Cultural de toda Nación son tres : el Patrimonio Cultural Arqueológico, el Patrimonio Cultural Histórico y el Patrimonio Cultural Artístico, y que muchas veces se entrecruzan entre ellos formando variantes, pero que se diferencian por la aproximación a los componentes de cada Patrimonio Cultural.
Patrimonio Cultural Arqueológico
El Patrimonio Cultural Arqueológico es la parte más antigua y por lo general la más importante para países como los latinoamericanos, pues en ellos se identifican los orígenes históricos de los mencionados.
La Arqueología estudia, mediante los restos materiales y usando métodos y bases teóricas adecuadas, a las sociedades, a través de los procesos culturales, es decir, de tal forma que se pueda comprender cómo fue una sociedad expresada por determinada cultura y su dialéctica (interna, dentro de la sociedad, y externa, con otras y el Medio en que se desarrolló7) relaciones. Estos restos materiales son unidades significativas de actividades concientes de unas culturas, pues un objeto junto a otras cosas y datos.(¿cómo se encontraron éstos y de qué manera?) se les llama asociación y la interpretación de estos datos nos dará el contexto (¿qué es todo esto y para qué sirve?), y estos últimos cruzados con la recurrencia de los datos y la dispersión espacial y temporal, nos dará una información más real y concreta de la que pueda darnos un objeto aislado. Por ejemplo, si llega a nuestras manos un ceramio decorado, digamos una botella Paracas, sin saber qué otros objetos estuvo cerca, cómo se halló, dónde y cuándo; únicamente podríamos verlo como un objeto que no puede informarnos de nada más que unos pocos datos técnicos de manufactura y suposición de su lugar de origen, siendo así que solo podríamos aproximarnos, muy someramente, al conocimiento del tipo de cultura y a la clase de sociedad. Pero si una pieza, otra botella Paracas, fue recuperada junto con sus asociaciones (con ofrendas de hueso, conchas marinas y vegetales) y su contexto (ofrendas a un dios) por medio de una excavación arqueológica (digamos en un templo Paracas en el valle de Chincha), donde se registre todos los datos de este proceso científico, no sólo podremos saber los datos tecnológicos sino que podremos acercarnos a la cultura a la que perteneció, cómo y para que sirvió este artefacto, y globalmente podremos saber las fuentes de los recursos empleados en la elaboración de estos objetos, el nivel técnico y ciencias, especialización de los artífices, etc..., parafraseando al doctor Julio C. Tello Rojas8, lo importante no es el objeto en sí, sino el hombre (es decir la sociedad) que la elaboró.
Por eso es necesario conservar, proteger e investigar el Patrimonio Cultural Arqueológico. Estos testimonios materiales de nuestros antepasados son los abrigos rocosos; farallones con pinturas; son algunas cumbres de cerros con edificaciones o con monolitos llamados wankas; o pasos con cúmulos de piedras llamadas pacheqtas; son los antiguos templos, desde los cuales se mantenía regulado el tiempo de la siembra, de la cosecha y el descanso de la tierra ; son los tambos usados como las reservas de emergencia y punto de redistribución de bienes de una población ; son los andenes y canales que sirvieron para ganarles terrenos a los cerros y a los desiertos ; las viviendas que usaron para dormir y cocinar todos los días ; son los talleres donde elaboraron productos acabados (como los textiles y las cerámicas) o para obtener otros productos (como las hachas para cortar madera para la leña o perforadoras para abalorios de conchas que se usaban en ciertos ritos). O los basurales, de los cuales se pueden recuperar datos sobre la vajilla (por ejemplo los tiestos de ollas y platos), tipo de combustible (leña por ejemplo), consumo de vegetales (v.g. maíz y papa), consumo de animales (p.e. cánidos, cérvidos, serpientes, lagartijas, aves); de los excrementos, que también se pueden encontrar en los basurales, se logra averiguar la dieta que consumían y las enfermedades endémicas que pudieron haber tenido (e.g. parásitos intestinales) ; de los cementerios se puede saber como se enterraban, que tipo de preparación se le daba al muerto, las ofrendas que se le colocaban, las enfermedades que se pueden manifestar en los huesos o en los tejidos blandos o problemas derivados de las ocupaciones (por ejemplo el desgaste de las muelas y los dientes al usarlos para hacer fibras y cuerdas de origen vegetal u osteomas en el conducto auditivo en los que fueron buceadores), o deformaciones artificiales para diferenciarse de otros grupos (e.g. deformaciones de cráneos y limadura de dientes).
También podemos observar, estos testimonios de actividades sociales, a través de diversos materiales como son la cerámica, tanto en sus formas y funciones como en la decoración de las mismas ; el textil, en sus múltiples técnicas ; las piedras, perforadas, grabadas, pintadas o agrupadas ; el metal, en sus diversas técnicas metalúrgicas ; la madera, en sus variadas aplicaciones y usos. El agua ; la misma tierra, como espacio de producción y de hábitat ; los animales, sean salvajes u domesticados ; y el mismo aire, son manifestaciones no solamente de ideales religiosos y de explicaciones del funcionamiento del mundo (que se expresan, mucha veces, a través de una parafernalia cultista) como piensan algunos; lo más importante es que directamente nos manifiestan, como ellos se enfrentaron a un Medio Ambiente, muchas veces hostil, y se vieron forzados, primero, a adecuarse al Medio, y luego de analizarlo, observarlo y experimentar el Hombre comenzó a dominar su medio y luego a transformarlo de acuerdo a sus necesidades, por ejemplo el conocimiento de cultígenos, de la gravedad, del agua, permitió la creación de canales de regadío, lo cual permitió ampliar frontera agrícola estos a su vez originaron la irrigación de zonas desérticas y mejorar el drenaje de zonas pantanosas.
El Patrimonio Cultural Arqueológico, bien preservado e investigado, nos puede indicar cuales fueron las necesidades y problemas de nuestros antepasados y como los solucionaron, y comparando estas alternativas y problemática podemos aplicar a nuestro presente, muchas cosas de ellas, salvando las distancias sociales, científicas y técnicas.
Patrimonio Cultural Histórico
La Historia, como proceso, se origina también en las bases de la ciencia que lleva idéntico nombre. Según las antiguas escuelas, el punto de partida de la Historia es la diferenciación de la escritura silábica y fonética de los ideogramas9 junto con sucesos inconexos y grandes personalidades descontextualizadas; pero en la actualidad los historiadores tienen como objeto principal de estudio a las culturas y sociedades reflejadas en documentos cuyos datos sirven para interpretar como se desenvolvió la sociedad dentro de determinada época. Pero para la facilidad nuestra lo 'histórico' es a partir del sincretismo cultural, es decir desde el momento que dejamos de ser autónomos y contamos con documentos, mas no por compartir las ideas contumaces del colonialismo.
Para muchos pueblos como el nuestro, que no han tenido escritura alguna (por lo menos no hallado e investigado por el momento) la presencia de documentos está ligada desde los inicios de la ocupación colonial10 hasta hoy, y por ende de todo aquello que está ligado a este actitud sincrética. Este sincretismo es muy fuerte, tan es así que muchas de nuestras antiguas costumbres (alimenticias, comportamiento, vestidos, etc..) las hemos dejado de lado y usamos por ejemplo el idioma de origen foráneo como medio de comunicación oficial como el idioma empleado en el presente artículo. Pero no únicamente son los documentos y el idioma lo que está ligado con nuestro proceso histórico, también son las manifestaciones religiosas, como las procesiones y los ornamentos de los templos; son las pinturas con motivos foráneos y nativos; son los cajones de San Marcos; son las representaciones de las imaginería; son los retablos, las imágenes y la arquitectura que los contiene entre otros ; son la arquitectura administrativa, como las sedes de gobierno y las sedes de justicia ; son las casas de los antiguos señores que dirigían la economía de la colonia y posteriormente de la República, en las que se pueden observar instrumentos y menaje diverso ; son las factorías e ingenios que se ubicaban en antiguas haciendas, son las antiguas viviendas de la gente común y corriente, son los obrajes y otras cosas que sería muy largo enumerarlas aquí.
La importancia de conservar e investigar el Patrimonio Cultural Histórico, radica principalmente en que no sólo es un testimonio importante de nuestra historia, de nuestro mestizaje forzado por el colonialismo (esta vergüenza nunca más debería suceder), y de como vivimos ahora en otro tipo de gobierno11, sino también que debemos mantener siempre presente que es a partir de esos momentos que otras gentes se unen (de grado o de fuerza12) con la historia de una nación y afrontan juntos un solo presente y un futuro.
Patrimonio Cultural Artístico
El Patrimonio Cultural Artístico, nace como producto de una actividad de recreación, formación, instrucción y educación de la gente, es así como por ejemplo las danzas de una región, junto con la música y la festividad en las que se encuentran inmersas, expresan la época de la cosecha y la fecundidad de la tierra.
El arte en sí representa el ánimo, la manera de hacer y la cultura de quien lo ejecuta. Este tipo de Patrimonio se compone de dos partes: Antiguo y Moderno.
El origen del primero es obvio. Aquí cabe lo que son los componentes indígenas antiguos que existieron y que aún se mantienen en algunas regiones, como son la manera de pintar y su manejo del espacio y los colores, la talla de madera y piedra, los acabados que se les dan a los cuadros y esculturas, los cantos, las danzas, las narraciones, las tradiciones, las leyendas, los mitos, las representaciones teatralizadas, la manera de confeccionar las telas, las ropas, y porqué no, las cocinas nativas y mestizas. Pero atención, que no por ser antiguas signifique que son estáticas, al contrario, es lo que más se mantiene, se usan y se transforman y adecuan al tiempo sin dejar su esencia.
El otro en cambio, desde su origen, son las artes que tienen un desarrollo, más reciente y que se incluyen igualmente dentro de nuestra historia, sobre todo desde los años de la colonia, aunque por lo general estas artes quedan reducidas a un restringido círculo de personas que saben disfrutarlas, o por lo menos lo aparentan. Por ejemplo lo que se ha dado por llamar Ballet , para diferenciarla de la danza o baile nativo, la pintura moderna, la música para grandes sinfónicas, la ópera, la zarzuela y el teatro13. Mas lo que es importante es que nuestros verdaderos artistas también han sabido aportar a estas artes e imprimirles una nueva visión y tónica.
¿Cómo se destruye el Patrimonio Cultural de la Nación ?
Nuestro Patrimonio Cultural se destruye prácticamente, directa e indirectamente, por la acción humana.
El más claro ejemplo de la destrucción directa es la Huaquería, que es el saqueo y la destrucción de sitios arqueológicos e históricos, removiendo la tierra y eliminando vestigios, en búsqueda de 'objetos artísticos' o tesoros, borrando los contextos y las asociaciones (ver la 1ª parte, febrero de 1998) sin tomarse en cuenta lo que se está perdiendo.
El primer eslabón de esta cadena delictiva son, casi en un noventa y nueve por ciento (99 %), los campesinos y otras personas empobrecidas, que se ven obligados a huaquear y vender lo obtenido ilícitamente para sobrevivir, que no lo harían si es que no existieran los compradores o intermediarios de los mismos ; luego estos compradores venden, a un precio alto lo que pagaron una miseria, a los coleccionistas (por lo general privados), y estas se quedan con los objetos o los revenden a un precio mucho más alto las piezas que no son de su interés.
Pero al mismo tiempo existen bandas organizadas que roban en todo el territorio nacional.
Parte de este delito contra el Patrimonio Cultural de la Nación también son los saqueos sistemáticos de templos católicos coloniales y republicanos, así como casas de las mismas épocas ; estos robos son 'a pedido' de un cliente que pudo haber visto la pieza en el mismo sitio, o a través de un catálogo de exhibición, o por lo general son bandas, muy bien organizadas, que roban para tener en reserva objetos para luego ofrecerlos a posibles compradores.
Estas bandas son parte de una gran organización, mucho más amplia y solapada (por lo tanto más horrible y tenebrosa) que las conocidas como Garduña, Maffia o Camorra ; es mucho más amplia pues cubre todos los niveles de una sociedad ya que pueden implicar desde un simple campesino, autoridades (militares, policiales y judiciales que se hayan corrompido), abogados con deseos de rápidos ingresos extras, algunos diplomáticos (que deben velar por el Patrimonio también) que no cumplen con sus labores tanto en el país como en el extranjero, así como autoridades gubernamentales. Esta red tiene sus conexiones con diversas casas de remate como la Sotheby's, y en diversos países que no han firmado ningún convenio ni tratado internacional de protección como es la Confederación Suiza, donde llegan clandestinamente estos bienes, para luego salir de ahí, con certificado de exportación de ese país (y de hecho que ya no el de origen) a otros países, y finalmente pueden hacer llegar las piezas a los coleccionistas, que supuestamente los adquieren inocentemente, a veces hasta en los países que han firmado convenios internacionales de protección cultural14.
Ahora también sufren las colecciones científicas15 de los museos que tienen apoyo estatal, en desmedro de colecciones particulares, e igualmente son, en su mayoría, parte de robos planificados por parte de saqueadores.
La otra forma en que se destruye el Patrimonio Cultural es, como dijimos, indirectamente, como cuando por descuido se destruye por falta de planificación y de consulta profesional (arqueológica), se afecta un monumento arqueológico, o se edifica una presa en una quebrada sin tomarse el trabajo de verificar la existencia de sitios arqueológicos, o cuando por falta de limpieza de canales o de los cauces de los ríos, estos se desbordan afectando sitios arqueológicos e históricos ; o sino cuando se destruyen sitios históricos y arqueológicos con la expansión urbana en vez de incorporarlas al paisaje urbano como elementos de nuestra historia y como centros públicos de atracción; o de la forma más inocente cuando los colegios (sobre todo de provincias) organizan excursiones en la campiña y recogen y expulgan la zona para sus museos escolares, o no tan inocente cuando grupos de estudiantes de medicina destruyen cementerios con el afán de apoderarse de cadáveres con el fin de sus prácticas de anatomía.
¿Qué pasa si se destruye el Patrimonio Cultural ?
Como hemos visto en los párrafos superiores el Patrimonio Cultural es la memoria colectiva de un pueblo. Si nosotros equiparamos a un pueblo o nación como un ser humano veremos que el país es el cuerpo y el Patrimonio Cultural es parte del cerebro, es la memoria consciente, que permite realizar acciones al cuerpo, de forma racional de acuerdo a los estímulos (retos) y sus interrelaciones mutuas con el medio. Ahora imaginense qué podría pasar con una persona que pierde poco a poco la memoria y las células nerviosas (que al igual que el Patrimonio Cultural es un recurso no renovable) que conforman su cerebro. Al principio no podrá recordar el pasado (historia) y después perderá el sentido del presente al no poder identificarse y las coordinaciones de su cuerpo, ni a que se dedicaba en la vida cotidiana, al llegar a este estado,que de por sí es irreversible, pasará que no recordará quien era, ni quien es, y perderá toda su identidad y posibilidad de tener un futuro coherente, además habrá perdido toda conciencia y gobernabilidad (toma de decisiones) de su cuerpo, quedando en estado vegetal.
En otras palabras, si nosotros perdemos nuestro Patrimonio Cultural (nuestra memoria colectiva) no sólo perderemos nuestra Identidad Nacional, sino que también perderemos nuestro futuro como Nación.
¿Y cómo podemos proteger nuestro Patrimonio Cultural ?
El Patrimonio Cultural podemos protegerlo de diversas maneras.
La primera es difundir de su existencia a toda la comunidad, el conocimiento y la comprensión del Patrimonio Cultural ; esta difusión es el mejor seguro que pueda tener, pues mientras más entienda la gente que es parte de su historia y que de ella se puede forjar muchas cosas, entre ellas, el Desarrollo y la Identidad Nacional.
Una buena manera de difundir el valor del Patrimonio Cultural es trabajando, sobre todo, con los más niños a través de una política organizada, o por lo menos dirigida, por el Ministerio de Educación o su equivalente estatal; ¿Por qué los niños y por qué el Estado?, porque los niños tienen menos prejuicios y es más fácil que aprendan a querer su Patrimonio, además que ellos son el Futuro, y el Estado debe de cumplir con una política organizada alrededor del progreso del pueblo, parte de esta política es tener un plan de instrucción pública a corto, mediano y largo plazo, y que además tiene el deber irrenunciable de proteger y administrar lo que pertenece a la Nación.
Los inmuebles arqueológicos e históricos pueden convertirse, sin perder su función y estructura, en focos de desarrollo económico de la comunidad que exista alrededor, por ejemplo por medio del turismo se pueden crear comercios como son: la venta de recuerdos, transportes especiales y garantizados, restaurantes con comidas típicas y servicios de guías especializados. Además esta comunidad puede apoyar en la construcción de museos de sitios con ambientes para investigación que redundaría en beneficio de todos.
Se pueden proteger los bienes muebles de la nación haciendo réplicas de los originales (para evitar la venta de estos últimos) a todo aquel que lo desee ; estas piezas replicantes deben tener un sello y códigos16 especiales identificatorios que solo lo deben autorizar los organismos dedicados a la protección del patrimonio.
Para proteger al Patrimonio Mueble e Inmueble se deben crear instituciones autónomas con fondos independientes y lo menos burocráticos posibles, con gente profesional y de amplio criterio y acción.
Las legislaciones, en todos los fueros internos, de nuestros países deben reflejar el firme compromiso de proteger el Patrimonio Cultural, no de forma ligera ni contradictoria que sólo favorecen la desaparición de los objetos, sino también la pérdida de los datos17, además todos estos códigos deben ser claros, precisos, tipificando los delitos y con penas punitivas, en especial a los contumaces y autoridades corrompidas. Los gobiernos locales y centrales tienen que ser los primeros abanderados de las reformas que se den en beneficio del Patrimonio Cultural, pues ellos son los representantes de las comunidades y de la Nación.
Por otro lado los gobiernos, a través de sus cancillerías y embajadas, deben de promover y firmar convenios internacionales de protección del Patrimonio Cultural ; estos necesariamente deben ser efectivos y coherente, y de ser posible reconocidos, aprobados y difundidos por la Organización de las Naciones Unidas.
Con estas propuestas y otras que ustedes pueden crear, podremos defender, el Patrimonio Cultural de nuestros pueblos, y al mismo tiempo difundirlo sin mellar su integridad, y sobre todo forjar identidades históricas nacionales como medios de unión y no de rencillas que desangran nuestras patrias con absurdos patrioterismos.

domingo, 26 de febrero de 2012

Biografía de Abraham Valdelomar

Escritor peruano. Nació en la ciudad de Ica el 27 de abril de 1888 y murió en Ayacucho el 3 de noviembre de 1919. Abraham Valdelomar fue hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de Carolina Pinto. Siguió sus estudios primarios en la ciudad de Pisco y en la Escuela Municipal Nº 3 de Chincha, y los secundarios en el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe de Lima (1900-04), donde fundó la revista La Idea Guadalupana (1903) al lado de su compañero Manuel A. Bedoya.
En 1905 Valdelomar se matriculó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero dejó las clases al año siguiente para emplearse como dibujante en las revistas Aplausos y silbidosMonos y Monadas,ActualidadesCinema y Gil Blas, donde también trabajó como director artístico.
En 1909 publicó sus primeros versos de estilo modernista en la revista Contemporáneos y al año siguiente decidió reanudar sus estudios, aunque la universidad nunca le interesó mucho, y en 1913 terminó por abandonarla definitivamente.
En 1910, a raíz de un conflicto con Ecuador, Abraham Valdelomar sentó plaza de soldado como integrante del "Batallón Universitario", formado por estudiantes de San Marcos, y durante el acuartelamiento escribió una serie de crónicas bajo el título "Con la argelina al viento" que fueron publicadas en El Diario y La Opinión Nacional de Lima entre abril y junio de 1910, y que le valieron un premio por parte del Municipio de Lima; posteriormente viajó con una delegación universitaria al sur del país, visitando Arequipa, Cuzco y Puno.
El mismo año de 1910 aparecieron publicados los primeros cuentos de Valdelomar en las revistasVariedades e Ilustración Peruana, y al año siguiente aparecieron por entregas en las mismas revistas sus novelas cortas La ciudad de los tísicos y La ciudad muerta -donde hizo manifiesta la influencia recibida por parte del escritor italiano Gabriele D´Annunzio-, iniciando también su colaboración con el diario La Prensa de la capital peruana. En 1912 participó en la campaña presidencial de Guillermo Billinghurst, siendo elegido presidente del Centro Universitario billinghurista, y, luego del triunfo de su candidato, llegó a ser nombrado administrador de la Imprenta del Estado y director del diario oficial El Peruano (X-1912 a V-1913).
Valdelomar renunció a ambos cargos luego de ser nombrado Segundo Secretario de la Legación del Perú en Italia (12-V-1913), embarcándose con destino a Europa el 30 de mayo. Después de pasar por Panamá, Cuba y Nueva York, llegó a Roma (7-VIII-1913), asumiendo inmediatamente sus funciones. Su estancia en esta ciudad la aprovechó para escribir una serie de artículos que bajo el nombre de "Crónicas de Roma" publicó en los diarios limeños La Nación (XI-1913 a I-1914) y La Opinión Nacional (V-1914 a VII-1914), pero definitivamente lo más importante de su estancia en Italia fue su participación en el concurso literario organizado por La Nación con el cuento "El Caballero Carmelo", que resultó ganador del primer premio (3-I-1914). Luego de enterarse del derrocamiento del presidente Billinghurst, renunció a su cargo diplomático (6-II-1914) y regresó a Lima.
De nuevo en la capital peruana, y luego de una fugaz detención por conspirar contra el nuevo gobierno (VI-1914), Valdelomar comenzó a trabajar como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-Agüero (1914-15). Bajo la influencia de Riva-Agüero escribió su primer libro titulado La Mariscala(Lima, 1914), biografía novelada de Francisca Zubiaga (1803-35), esposa del presidente Agustín Gamarra y figura importante de la política peruana durante algunos años. Para entonces Valdelomar ya era un colaborador frecuente de numerosas publicaciones limeñas como los diarios El Comercio y La Crónica, y las revistas BalneariosMundo Limeño yVariedades, en las que publicaba sus poemas, cuentos y artículos.
Sin embargo, su labor como periodista estuvo ligada al diario La Prensa, donde tuvo a cargo la sección "Palabras" desde julio de 1915 hasta su alejamiento del diario en 1918. También publicó en La Prensa sus "Crónicas frágiles", donde hizo conocido su seudónimo de El Conde de Lemos; y los "Diálogos máximos", a manera de conversaciones entre dos personajes, Manlio y Aristipo, a través de los cuales descubrimos las personalidades de Valdelomar y del escritor José Carlos Mariátegui.

Abraham Valdelomar también publicó en el mismo diario sus crónicas tituladas "Impresiones"; la columna "Fuegos fatuos", donde desplegó todo su humorismo e ironía; y finalmente sus comentarios sobre la guerra mundial, aparecidos en 1917 bajo el rótulo de "Al margen del cable". En 1917 ganó el concurso organizado por el Círculo de Periodistas del Perú con su artículo "Ensayo sobre la sicología del gallinazo".
Valdelomar, quien a su regreso de Europa se había convertido en el líder de un grupo de jóvenes escritores, decidió fundar su propia revista literaria, donde pudiera exponer los trabajos que estuvieran acordes con los gustos literarios de la nueva generación que representaba. Así, el 15 de enero de 1916 apareció el primer número de Colónida, revista dirigida por Valdelomar que a pesar de su corta duración -sólo publicó cuatro números, el último de mayo de 1916- tuvo una gran repercusión en el ambiente cultural peruano, al punto que comenzó a hablarse de un "movimiento Colónida".
Sin embargo, la importancia de esta revista no puede ser magnificada. Se ha sostenido que la revista pretendía ser una bandera de revolución estética y un intento de dar a conocer a los nuevos escritores provincianos, pero es indudable que sus resultados no fueron siempre los deseables. A pesar de todo, habría que reconocerle el mérito de rescatar del olvido la figura de José María Eguren (1874-42), el primer escritor peruano que merece con justicia el calificativo de poeta.
El mismo año se publicó el libro Las Voces Múltiples(Lima, 1916), que reunía poesías de ocho escritores vinculados a Colónida, entre ellos Valdelomar. El libro recoge los poemas "El hermano ausente en la cena de Pascua ..." y "Tristitia", considerados los mejores de su producción poética, donde se describe el ambiente familiar y la sensación de ausencia y soledad que embarga al poeta.
Posteriormente publicó los que serían sus últimos libros: Belmonte, el trágicoEnsayo de una estética futura a través del arte nuevo (Lima 1918), sobre la filosofía estética del toreo en Juan Belmonte -tema sobre el que confiesa no encontrarse versado-, y su exitoso primer volumen de cuentos bajo el título de El Caballero Carmelo (Lima, 1918).
En enero de 1918 renunció a su puesto de redactor en La Prensa y comenzó una breve colaboración con la revista Sud América. Es entonces cuando el escritor decide recorrer el territorio peruano como conferenciante, para lo cual emprendió un viaje al norte del país (V-1918 a XII-1918) visitando las ciudades de Trujillo, Cajamarca, Chiclayo y Piura, así como diversos pueblos en los cuales dio charlas sobre temas estéticos, patrióticos y sociales. Mientras, tanto había postulado a la diputación regional de Ica y, al ser elegido para el cargo (24-VIII-1919), viajó a la ciudad de Ayacucho, sede del Congreso Regional del Centro.
El 1º de noviembre de 1919 Abraham Valdelomar sufrió un accidente mientras participaba en la segunda sesión preparatoria del Congreso, a consecuencia del cual murió al cabo de dos días, siendo trasladados sus restos a Lima, luego de ser embalsamados. Póstumamente se publicó Los hijos del sol (cuentos incaicos, Lima, 1921), conjunto de relatos escritos alrededor del año 1910, y Tríptico heroico (Lima, 1921), libro de poemas patrióticos dedicados a los niños de las escuelas del Perú. Su obra literaria, formada por los pocos libros que publicó y sus trabajos que se encuentran desperdigados en numerosas publicaciones periódicas, ha sido objeto de diversas recopilaciones, la última -y también la más completa- con el título deObras (2 vols., Lima 1988).
Abraham Valdelomar es un caso excepcional dentro de la literatura peruana. Elogiado y atacado en vida como ningún otro escritor de su país, estuvo decidido a triunfar en su medio para lo cual no dudó en adoptar posturas desafiantes y escandalosas a la manera de Oscar Wilde, a quien seguramente quiso imitar. Sin embargo, detrás del decadentismo que solía mostrar en público y su apego a las frases brillantes e irónicas, se descubre un auténtico temperamento artístico, lleno de sentimiento y nostalgia, que se manifiesta en sus mejores poemas y en los cuentos criollos que forman su libro El Caballero Carmelo. Este contiene algunos de los mejores relatos escritos en el Perú.

RESUMEN DE LA BIOGRAFÍA DE ABRAHAM VALDELOMAR

Abraham Valdelomar Pinto nació en Ica, el 27 de abril de 1888. Sus padres fueron Anfiloquio Valdelomar y Carolina Pinto. Pasó su infancia en Pisco, cuyo puerto y el mar influyeron más tarde en su obra. Estudió secundaria en el colegio Guadalupe de Lima. En 1905, ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin embargo, dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante en las revistas Monos y Monadas y Actualidades. Sus primeros poemas los publicó en la revista Contemporáneos; y sus primeros cuentos aparecieron en Variedades e Ilustración Peruana.

Su obra temprana fue influenciada por Manuel González Prada: poemas, crónicas periodísticas y cuentos, así como dos destacadas novelas cortas: La ciudad de los tísicos (1911) y La ciudad muerta (1911), en las que es patente la devoción del autor por Gabriele D'Annunzio.

En 1912 apoyó la candidatura presidencial de Guillermo Billinghurst quien al ganar lo nombró Director del diario El Peruano. En 1913 viajo como diplomático a Roma, donde escribió su obra más importante, El Caballero Carmelo.

A su regreso a Perú, tras el derrocamiento de Billinghurst, en 1914, trabajó como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-Agüero, bajo cuya influencia escribió La mariscala, biografía novelada de Francisca Zubiaga (1803-1835), esposa del presidente Agustín Gamarra.

Volvió a ejercer como periodista en La Prensa, donde usó el seudónimo de "El Conde de Lemos". Se hizo asiduo del Palais Concert, donde fundó la efímera pero influyente Revista Literaria Colónida y encabezó el movimiento intelectual del mismo nombre (movimiento Colónida), de corte esteticista. Ese mismo año publicó Las voces múltiples, donde aparecen sus famosos poemas "Tristitia" y "El hermano ausente en la cena pascual".

En 1919 representó a Ica en el Congreso Regional del Centro y en una reunión, en Ayacucho, sufrió una caída que le provocó heridas mortales. Fue enterrado en el Cementerio Presbítero Matías Maestro de Lima.

Biografía de Mario Vargas Llosa

Si hay una cosa que define a Mario Vargas Llosa es su vocación de escritor y un ejercicio fiel a ese propósito, a lo largo de toda su vida. Una vocación que, como confiesa en sus memorias El pez en el agua (1993), surgió casi como una rebelión contra la autoridad paterna y pronto se convirtió en la temprana certeza de que su destino estaría marcado por el ritmo del tableteo de una máquina de escribir. Nacido en la ciudad peruana de Arequipa, en 1936, Mario Vargas Llosa no conoció a su padre hasta los diez años. Sus padres habían estado separados desde su nacimiento y el episodio del reencuentro afectó de forma definitiva el destino de este niño que no quería cambiar los mimos de su madre por una férrea disciplina. Esta circunstancia le hizo descubrir pronto algo que él mismo suele considerar como segundo gran móvil de su existencia: el ansia de libertad.

Unos años más adelante reflejaría magistralmente esos conflictos en la novela que lo dio a conocer internacionalmente, La ciudad y los perros, con la que ganó el Premio Biblioteca Breve y el de la Crítica, en España, en 1963.
Las primeras experiencias con la escritura fueron para Vargas Llosa las de un reportero precoz que se inicia como columnista en varios periódicos locales de Lima y de Piura, apenas terminado el colegio. Convencido de que el suyo es el mundo de las palabras, vuelve a Lima para estudiar Letras y Derecho, en la Universidad de San Marcos, en 1953. Escribía ya entonces cuentos "con gran inseguridad y mucho esfuerzo", como ha explicado el autor en diversas ocasiones, y empezó a publicarlos en varios periódicos.
Poco después entabla una relación amorosa con su tía política, Julia Urquidi, con quien se casa en 1955 y viajan juntos a Europa en busca del terreno que consideraba más estimutante para su ya clara carrera de escritor.
Mencionar estos datos biográficos tiene el interés de que todos ellos han contribuido en gran medida en las tramas, personajes y argumentos de algunas de sus grandes novelas, como La casa verde(1966), ambientada en la atmósfera sórdida y sorprendente alrededor de un burdel de Piura;Conversación en La Catedral (1969) que recrea la opresión de la dictadura de Odría en los ambientes estudiantiles, y La tía Julia y el escribidor (1977), una polémica ficción autobiográfica sobre su primer matrimonio.
Mario Vargas Llosa llegó a España en 1958 con una beca de estudios. Pero su meta era París, y fue allí donde se instaló un año después. Tras seis años en esta ciudad y ya separado de Julia Urquidi, Mario Vargas Llosa se casa en Lima con su prima Patricia Llosa, en 1965, y con ella emprende de nuevo el viaje a Europa. París, Londres y Barcelona fueron, hasta 1974, sus lugares de residencia. El autor aún prefiere hoy el anonimato que le ofrece Londres para proseguir con su puntual tarea de escribir.
Vargas Llosa sigue además ejerciendo como crítico literario, columnista de prensa y autor teatral. Algunos de sus más apreciados libros en este campo son los análisis literarios, Gabriel García Márquez: historia de un deicidio (1971), La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975) y Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991); las colecciones de artículos, Contra viento y marea Desafíos a la libertad (1994), y su libro de memorias El pez en el agua (1993).
En la actualidad , tras su participación como candidato a la presidencia de Perú en 1990, Vargas Llosa se dedica plenamente a la literatura, que compagina eventualmente con los artículos que publica en El País.
Entre las más importantes distinciones que ha recibido, sólo entre las concedidas a la literatura en lengua española, figuran el premio Rómulo Gallegos (1967); el Príncipe de Asturias (1986), compartido con Rafael Lapesa el Planeta (1993), con la novela Lituma en los Andes y el Cervantes (1994).
Nacionalizado español en 1993, Mario Vargas Llosa suma desde enero de 1996 su actividad como escritor plural a la de académico de la Lengua, donde ingresó con un discurso sobre Azorín. Su presencia en España es cada día más habitual.

 
Premios y distinciones 

 
En 1959 gana el Premio Leopoldo Alas por Los Jefes.
En 1962 obtiene el Premio Biblioteca Breve con su obra La ciudad y los perros. Con esta misma novela obtiene en 1963 el Premio de la Crítica Española y el segundo puesto del Prix Formentor.
En 1967 obtiene los premios Nacional de Novela del Perú, el Premio de la Crítica Española y elRómulo Gallegos por su novela La casa verde.
En 1977 es nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y ocupa la Cátedra Simón Bolívar de la Universidad de Cambridge.
En 1982 recibe el Premio del Instituto Italo Latinoamericano de Roma.
En 1985 gana el Premio Ritz París Hemingway por su novela La guerra del fin del mundo.
En 1986 gana el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
En 1988 recibe el Premio Libertad (Suiza) otorgado por la Fundación Max Schmidheiny.
En 1989 recibe el Premio Scanno (Italia) por su novela El hablador.
En 1990 gana el Premio Castiglione de Sicilia (Italia) al mérito a su obra novelística y es nombradoProfesor Honoris Causa de la Universidad Internacional de Florida en Miami.
Es también Doctor Honoris Causa de la Universidad Hebrea de Jerusalén, del Connecticut College en Estados Unidos, del Queen Mary College, de la Universidad de Londres y de la Universidad de Boston.
En 1993 obtiene el Premio Planeta por su novela Lituma en los Andes.
E1 24 de marzo de 1994 es elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua.
En 1994 le fue otorgado el Premio Literario Arzobispo San Clemente de Santiago de Compostela por Lituma en los Andes.
En 1995 le fue concedido el Premio Jerusalén.
En 1996 el Gremio de los libreros alemanes le otorga el Premio de la Paz.
En abril de 1997 se le otorga el Premio Mariano de Cavia, que concede el diario ABC, por su artículo «Los inmigrantes», publicado en El País.

Biografía de Miguel Grau


(Miguel Grau Seminario; Paita, 1834 - Punta Angamos, 1879) Marino y militar peruano, héroe de la batalla naval de Angamos.
Hijo del teniente coronel Juan Manuel Grau Berrío, de ascendencia catalana, y de Luisa Seminario del Castillo, descendiente de antiguas familias de la región, su infancia transcurrió en Piura y más tarde en el puerto de Paita, cuando su progenitor fue nombrado vista de aduana.
En 1843, siendo todavía un niño, el pequeño Miguel se embarcó en una goleta comandada por Ramón Herrera, gran amigo de su padre, que hacía un viaje de Paita a Panamá. Lamentablemente la goleta naufragó y, a su regreso al hogar, su madre no estaba dispuesta a consentir ya nuevos embarques. Ingresó al colegio de Nieto, en el cual, según uno de sus biógrafos, Fernando Romero Pintado, "Miguel se torna taciturno. En el colegio está siempre distraído, callado, casi hosco. Apenas terminan las clases y en los días de vacaciones merodea por la playa...".
Contaba once años cuando doña Luisa, su madre, aceptó que volviera a cruzar los océanos. Recorrió entonces todos los mares y durante nueve años, según el historiador Alberto Tauro del Pino, el joven Grau "surca mares de Asia, Europa y América en diversos transportes y aún en buques balleneros".
Al regresar al Perú, en 1853, se radicó en Lima, donde fue alumno del poeta español Velarde y estudió para ingresar a la Marina. El 14 de marzo de 1854 se convirtió en guardiamarina y vistió el uniforme que cubriría de gloria. Navegó en los vapores RímacVigilante y Ucayali antes de ser trasladado a la fragata Apurímac, donde sirvió con Lizardo Montero, otro ilustre marino piurano.
Cuando prestaba servicio en la Apurímac, el comandante de esta nave apoyó la revolución del general Vivanco. Tras el fracaso del movimiento, el joven oficial que formaba parte de la tripulación fue separado del servicio en 1858 y volvió a la Marina Mercante.
Llamado nuevamente, regresó a la Marina el 11 de septiembre de 1863, casado ya con Dolores Cavero, quien le dio nueve hijos. Ascendió a teniente segundo y el 4 de diciembre del mismo año, a teniente primero, para pasar pocos meses después a capitán de corbeta. Enviado a Europa para traer la corbeta Unión, llegó a Valparaíso en 1865, año en que fue ascendido a capitán de fragata, y desde el puerto chileno apoyó la revolución del coronel Mariano Ignacio Prado.


El Huáscar, comandado por Miguel Grau
Siempre al mando de la corbeta Unión participó en el combate naval de Abtao, el 7 de febrero de 1866, y siguió hacia el sur hasta los canales de Chile, para esperar las nuevas naves adquiridas en Inglaterra. Cuando Prado, posponiendo a brillantes marinos peruanos, contrató al contralmirante norteamericano John Tucker para comandar la Armada, Grau protestó y presentó su renuncia, actitud que fue considerada como rebeldía. Fue preso en la isla de San Lorenzo y permaneció allí hasta que, después de un largo juicio, salió absuelto.
Pasó nuevamente a ejercer su profesión de marino en la actividad privada y tuvo el mando del vapor mercante Puno, propiedad de la Compañía Inglesa. A finales de 1867, regresó a la Marina en calidad de comandante del monitor Huáscar. El 25 de julio del año siguiente fue ascendido a capitán de navío y el 19 de abril de 1873 a capitán de navío efectivo, siendo después comandante general de la escuadra de evoluciones, durante siete meses. Pasó luego a ocupar el alto cargo de comandante general de la Marina.
En 1872, al estallar la revolución de los hermanos Gutiérrez, Grau encabezó el pronunciamiento de la Marina en contra de la dictadura. Al no ser escuchado para reorganizar y modernizar la Armada, ingresó a la política y fue elegido diputado por Paita en el período comprendido entre 1876 y 1878. Cuando Chile declaró la guerra al Perú en 1879, Grau aceptó dirigir la primera división naval a sabiendas de la superioridad que tenía la escuadra de ese país en tonelaje, número de barcos, cañones y espesor de blindaje, y conociendo el mal estado de las unidades peruanas.
Inició su campaña en mayo del mismo año y en su primer combate hundió la corbeta chilena Esmeralda, salvando luego a los náufragos, lo que hizo que uno de ellos al llegar a la cubierta del Huáscar gritara agradecido "Viva el Perú generoso". El Huáscarrealizó en los meses siguientes una serie de acciones sorprendentes frente a una escuadra tan poderosa como la chilena. Apresó transportes enemigos, requisó carbón de puertos chilenos y despistó constantemente a los buques chilenos que recorrían la costa en su busca. El congreso ascendió a Grau al grado de Contralmirante el 26 de agosto de 1879.
El primero de octubre de 1879 el Huáscar salió del puerto de Iquique, donde el transporte Rímac había desembarcado tropas bajo su protección, en lo que fue su último zarpe. Apresó una goleta al sur de Huasco y estaba en la costa de Coquimbo, territorio chileno, el día cinco. La marina chilena había cambiado mandos y ordenado su flota en dos divisiones para cazar al ya célebre monitor. Su plan tuvo éxito 8 de octubre de 1879 cuando descubrieron al Huáscar en alta mar, frente a Punta Angamos, acompañado de la Unión, en viaje hacia el norte.
La flota chilena, compuesta por seis barcos todos ellos superiores al Huáscar en blindaje y potencia de fuego, formaron un círculo para batirse con el buque insignia de la marina peruana. Grau ordenó a la Uniónretirarse para distraer la flota enemiga, lo que se logró en parte porque dos corbetas chilenas salieron en su persecución. La Unión fue más rápida y consiguió escapar; el Huáscar en cambio fue encarado por el Cochrane, que con sus poderosos cañones logró perforar el blindaje del casco y la torre de mando.
El comandante Grau murió despedazado. El mando pasó a Elías Aguirre, que también murió. Correspondió el turno al teniente primero Melitón Rodríguez. Caído también él, tocó el mando al teniente Pedro Garezón, quien conversó brevemente con tres oficiales que quedaban vivos y ordenó hundir la nave porque ya se encontraba inmovilizada. Los maquinistas abrieron las válvulas, pero desperfectos de la maquinaria paralizaron la inmersión, dando tiempo a que llegaran los buques enemigos, abordaran el monitor y detuvieran su hundimiento. Miguel Grau pasó a la inmortalidad como un marino estratega y valiente pero generoso, que cumplió con sus proféticas palabras: "si el Huáscar no regresa triunfante al Callao tampoco yo regresaré".